Ciudad de México (Prensa Latina) Desbloquear caminos, limpiar viviendas, devolver el servicio eléctrico y trasladar apoyos a los ciudadanos marcan el paso de la recuperación luego de las devastadoras precipitaciones en cinco estados de México.
Las imágenes en redes sociales y medios de comunicación, recurrentes desde el inicio de la emergencia en la segunda semana de octubre, convirtieron a los espectadores en testigos de los estragos en Veracruz, Puebla, Hidalgo, Querétaro y San Luis Potosí.
Viviendas anegadas, carreteras interrumpidas, enseres dañados, casas que desaparecieron por la fuerza de un río crecido o enterradas bajo el peso de un deslave pasaron ante los ojos de millones de personas dentro y fuera de las fronteras del país.
Aunque los servicios meteorológicos advirtieron sobre fuertes precipitaciones, entre el 7 y el 11 de octubre las lluvias de la Perturbación Tropical 90-E cayeron sobre esas zonas del oriente y centro del país con niveles muy superiores a los pronosticados.
“No había ninguna condición científica, meteorológica, que pudiera indicarnos que la lluvia iba a ser de esta magnitud”, explicó la presidenta Claudia Sheinbaum al preguntársele sobre posibles fallas en la prevención.
El fenómeno dejó un saldo hasta el momento de 76 personas fallecidas, aunque permanecen varias sin localizar, en tanto los daños alcanzaron a más de 100 municipios, así como a cerca de 100 mil familias y una cantidad similar de viviendas en las cinco entidades.
ATENCIÓN A LA EMERGENCIA
A partir de la emergencia, miembros de las instituciones del Gobierno encabezado por Sheinbaum acudieron a los estados para reforzar la búsqueda de personas, el apoyo a la población, las acciones en salud y la paulatina recuperación de la infraestructura.
Como parte de las decisiones tomadas por el Ejecutivo, el Comité Nacional de Emergencia entró en sesión permanente, liderado por la propia mandataria, quien desde el 12 de octubre realiza visitas a varias de las comunidades con mayores daños.
A las primeras imágenes emitidas a través de medios de difusión, con énfasis en las devastadoras consecuencias de las precipitaciones en localidades y caminos, comenzaron a sumarse otras que mostraron a elementos de las fuerzas armadas trasladando alimentos y agua potable.
Se les vio, además, con palas y carretillas para limpiar viviendas, instituciones y calles anegadas en lodo, así como en la recogida de basura, equipos y muebles sin reparación posible luego del azote de las lluvias.
El Plan DN-III-E, de la Secretaría de la Defensa Nacional, y el Plan Marina, de la cartera homónima, concebidos para respaldar a la población ante situaciones de desastre, desplegaron ocho mil 569 efectivos y cuatro mil 819, respectivamente, en las entidades afectadas.
Ambas carteras respondieron a la emergencia con cocinas móviles, plantas potabilizadoras, unidades de maquinaria pesada, embarcaciones, tractocamiones, drones y más de 40 helicópteros que han sido claves en el establecimiento de puentes aéreos hacia zonas inaccesibles por tierra.
También apoyaron con equipos y personal a la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes y las administraciones estatales y municipales para abrir paso hacia las localidades incomunicadas, que hasta el lunes último se habían reducido de 288 a 119 en seis días.
La Comisión Federal de Electricidad señaló, mientras tanto, el restablecimiento del servicio eléctrico al 98,7 por ciento de la población.
APOYO A LOS CIUDADANOS
“No se van a quedar solos. No están solos y vamos a llegar hasta la última localidad, no solo con el apoyo emergente, sino con la reconstrucción”, sostuvo Sheinbaum, quien ha reafirmado en varias ocasiones el respaldo también a las familias que perdieron a un ser querido.
Por eso, junto a las labores de las mencionadas secretarías, avanzaron también las visitas por parte de servidores públicos a las viviendas (suman hasta ahora más de 70 mil 400 censadas en 100 municipios), para realizar un levantamiento de las afectaciones por hogar.
La secretaria de Bienestar, Ariadna Montiel, anunció la entrega de una primera ayuda de 20 mil pesos (más de mil dólares) a todas las casas censadas, con la cual se otorgará un vale de enseres (refrigerador, estufa, colchón, vajilla y ventilador) y otro para canasta alimentaria.
La administración también destinará recursos a los locales comerciales con perjuicios, el campo y la ganadería, las escuelas y las unidades de salud (en este último caso, adicionales al seguro), así como para la recuperación de útiles escolares.
Como parte del respaldo a la población, el programa Empleo construyendo el futuro ofrecerá trabajo a 50 mil personas para contribuir en el restablecimiento de caminos, entre noviembre de este año y febrero del próximo, por lo cual recibirán un salario de ocho mil 500 pesos (462 dólares) mensuales.
TIEMPOS DE SOLIDARIDAD
Además de las acciones de los tres niveles de Gobierno, otras instancias realizaron aportes para compensar, en lo posible, las pérdidas materiales sufridas por las familias y apoyarlas con víveres, ropa, artículos de limpieza y productos de primera necesidad.
El Senado de la República, alcaldías de esta capital, la Secretaría de Relaciones Exteriores y la Universidad Nacional Autónoma de México fueron algunas de las que instalaron centros de acopio para recolectar los insumos y enviarlos después a las áreas impactadas.
La mano amiga también llegó, en forma de equipos, ayuda humanitaria o insumos para prevenir enfermedades transmitidas por vectores, desde estados cercanos y alejados de las zonas afectadas, entre estos, Tamaulipas, Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Baja California.
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