El juramento de los trinitarios, sellado con sangre en 1838, enfatizaba que luchaban no solo por la separación de Haití, sino por crear una “República libre e independiente de toda dominación extranjera”. Al cumplirse este 16 de julio un nuevo aniversario de tan importante fecha, reproducimos su texto completo, aportado por el trinitario José María Serra en 1884, para su cabal conocimiento por las nuevas generaciones. También agregamos un comentario del patricio Juan Pablo Duarte, teniendo como fuente la página del Instituto Duartiano[1].
“En nombre de la Santísima, Augustísima e indivisible Trinidad de Dios Omnipotente: Juro y prometo por mi honor y mi conciencia, en manos de nuestro presidente Juan Pablo Duarte, cooperar con mi persona, vida y bienes a la separación definitiva del gobierno haitiano; y a implantar una República libre e independiente de toda dominación extranjera que se denominará República Dominicana, la cual tendrá su pabellón tricolor en cuartos, encarnados y azules, atravesados con una cruz blanca. Mientras tanto seremos reconocidos los Trinitarios con las palabras sacramentales: Dios, Patria y Libertad. Así lo prometo ante Dios y el Mundo, si tal hago, Dios me proteja: Y de no, me lo tome en cuenta, y mis consocios me castiguen el perjurio y la traición, si los vendo”.
Cuando Juan Pablo Duarte se dispuso, después de un lustro de activa y fecunda labor revolucionaría, de edificación moral y cívica, a fundar una sociedad secreta para hacer viable su ideal, se expresó de esta suerte:
“Todo lo tengo meditado. Esta sociedad se llamará la Trinitaria, porque se compondrá de nueve miembros fundadores, que formarán bajo juramento una base triple de tres miembros cada una. Estos nueve individuos tendrán un nombre en particular cada uno, del que solo usará en casos especiales, el cual nadie conocerá excepto los nueve fundadores. Habrá toques de comunicación que significarán confianza, sospecha, afirmación, negación; de modo que al llamar un trinitario a otro que está en su cama, ya éste sabrá por el número y manera de los toques si debe o no responder, si corre o no peligro, & por medio de un alfabeto criptológico se ocultará todo lo que conviene guardar secreto. La existencia de esta sociedad será igualmente secreto inviolable para todo el que no sea trinitario, aunque sea adepto. El trinitario estará obligado a hacer propaganda constantemente y ganar prosélitos; así es que estos, sin asistir a juntas, que son siempre imprudentes, sin conocer de la conjuración más que aquel que a ella lo induce, no podrá en caso de delación comprometer más que a uno de los nueve, quedando los otros ocho para continuar trabajando”.
Juan Pablo Duarte y Díez
Juan Isidro Pérez Jacinto de la Concha
Félix María Ruiz José María Serra
Juan Nepomuceno Ravelo Pedro Alejandrino Pina
Benito González Felipe Alfau
[1] https://institutoduartiano.gob.do/wp-content/uploads/2022/12/Texto-completo-del-Juramento-Trinitario.pdf